Cualquier inversión es importante, pero cuando hablamos de comprar el que será nuestro nuevo hogar, el grado de importancia aumenta. Es fundamental considerar al menos tres elementos: el presupuesto, el tipo de vivienda y la zona, según las necesidades y nuestro estilo de vida.
Hay quienes aseguran que otro factor determinante del estilo de vida es la edad; sin embargo, esta barrera, como muchas otras, se difumina cada vez más: lo fundamental es tener claro cuál es la forma en la que queremos vivir y lo que ello implica. Quizá esta se transforme con el tiempo, pero eso no quiere decir que tengamos que anticiparnos.
Si eres joven de edad o de espíritu, probablemente busques un estilo de vida mucho más fresco, en el que la interacción con experiencias y personas es fundamental. Si además, estás acostumbrado a trabajos flexibles en modalidades del tipo freelance o homeoffice, vivir en un sitio con amenidades que te permitan configurar y hacer combinaciones entre espacios para la convivencia, el esparcimiento y el trabajo; es la clave para una vida equilibrada entre los pequeños placeres y las grandes responsabilidades.
Cuando tienes familia, las prioridades se reordenan; ya no solo buscas el equilibrio entre los placeres que te permiten desconectarte de una difícil semana de trabajo, sino que además procuras espacios más seguros y confortables para compartir tiempo de calidad con tus seres queridos. Por supuesto que dentro de una dinámica de densa convivencia familiar, también se vuelven indispensables los lugares para el despeje y el tiempo con uno mismo, quizá un espacio apto para que los hijos puedan pasar tiempo de juego o esparcimiento independiente en un entorno cuidado, o bien para que tú mismo puedas tener un timeout para ordenar las ideas fuera de casa sin salir de ella.
Independientemente de la edad y etapa de vida que tengamos a la hora de invertir en el que será pilar fundamental de nuestro patrimonio, lo que es definitivo es la importancia de encontrar un lugar adaptable a las distintas circunstancias de la vida; en los últimos meses hemos aprendido a revalorizar los espacios en los que pasamos tanto tiempo y compartimos la vida con otros, de encontrar sitios que brindan fácil acceso a los servicios que necesitamos, y sobre todo una adaptabilidad inmediata que permita atender responsabilidades, superar dificultades y disfrutar cada momento.