El año 2020 nos dejó grandes lecciones. El confinamiento trajo consigo la posibilidad de pasar gran parte del tiempo en casa, lo que nos hizo valorar mucho más nuestros espacios y despertar en nosotros el deseo de un lugar más armónico y con especial atención en los detalles que nos hacen sentir presentes. Una propuesta que responde precisamente a esta inquietud es el feng shui.
El arte milenario del feng shui nace de una filosofía oriental que tiene el propósito de equilibrar la energía vital, o chi, a través de ocupar el espacio –de adentro hacia afuera– de forma armónica y consciente. A continuación, te compartimos algunos elementos importantes para lograr esto en tu hogar.
Orden y limpieza: Sin intención de parecer Marie Kondo, estos dos elementos son clave para lograr y conservar un espacio donde fluya la energía, la tranquilidad y el positivismo. Y aunque pudiera parecer sencillo, es importante comprender que la forma en que vivimos hacia el exterior es un reflejo del interior; así que si queremos conservar un espacio limpio no basta con hacer el quehacer una infinidad de veces, sino que es importante detenernos a reflexionar y ordenar nuestras ideas, inquietudes, prioridades y deseos. Y si, por último, añades un toque verde a tus espacios con plantas, los harás lucir con mayor frescura y ganas de estar presente.
Luz y viento: Son dos elementos fundamentales para la energía de los espacios. Una casa oscura, sombría y encerrada es poco favorable para el flujo energético. Por el contrario, el viento y la luz natural traen consigo vibraciones cargadas de positivismo que permiten transformar emociones y equilibrar nuestro estado de ánimo, además de que son inspiradoras y traen apertura a nuevas ideas, proyectos y formas de convivencia. Los espejos son elementos para complementar la luminosidad de los espacios, sobre todo en espacios yang como la sala o el comedor de tu casa. Evítalos en espacios donde quieras favorecer el yin, la quietud y tranquilidad.
Color: Los colores tienen la capacidad de transmitir energía y ejercer una gran influencia en nosotros y nuestro estado de ánimo. De acuerdo con el feng shui, los espacios yang son lugares de mucha vitalidad y energía, como el comedor o la sala, y los espacios yin son los lugares destinados a la tranquilidad y el silencio, como las habitaciones. Es importante procurar los colores adecuados que fomentan estas sensaciones. Para los espacios activos se sugieren los tonos amarillos, anaranjados, rosados; para los espacios de quietud es mejor optar por los blancos, grises o azules.
Antes de decidirte a cambiar la orientación de los objetos de tu casa, toma un momento para hacerte presente en cada espacio y sentir la energía que te transmite, así como el tipo de actividades que desarrollarás en cada uno de ellos y qué tipo de vibraciones quieres atraer.