La contingencia sanitaria por el COVID-19 ha traído consigo una sensación de vulnerabilidad que inevitablemente nos hace cuestionarnos sobre nuestros hábitos y sobre las formas en que podemos llevar ritmos de vida más sanos y equilibrados tanto física como mentalmente. Se ha hablado mucho de algunas actividades que pueden ayudarnos a disminuir el estrés o la ansiedad y a mantenernos activos, a pesar del confinamiento. Sin embargo, poco se ha dicho sobre una actividad fundamental: la alimentación.

Sabemos que la alimentación es la base para mantenernos sanos, pero solemos echar rienda suelta al antojo, a la facilidad, a las prisas y, con ello, a dietas que únicamente cumplen con el requisito de comer, sin importar mucho la salud. Por eso, queremos hablarte de alimentos que son indispensables para mantener el sistema inmune fortalecido y listo para hacer frente a cualquier imprevisto.

– Come al menos cinco porciones de frutas y verduras durante el día.

– Elige proteínas de origen animal como el ingrediente secundario de todos tus platillos.

– Siempre agrega legumbres y granos integrales.

– Opta por los lácteos bajos en grasas y reduce los carbohidratos.

– Cambia las botanas comunes por botanas saludables como los frutos secos o las nueces

Es importante recordar que nuestro cuerpo –en estado sano– está perfectamente habilitado para producir las vitaminas que necesitamos para fortalecer nuestro sistema inmune. La vitamina C es clave en la producción de anticuerpos que nos permiten hacer frente y resistir a los virus respiratorios. Para producirla, es importante consumir alimentos cítricos como naranja, limón, guayaba, pimientos o brócoli. En el caso de la vitamina D, es fundamental en la regulación de genes inmuno-relevantes, así como en la construcción de una barrera de defensa ante microorganismos extraños. Para generarla, los baños de sol son la mejor opción, siempre siguiendo las normas de sana distancia y protegiendo la piel con un buen bloqueador.

Cuida tu nutrición, por tu salud y la de tu familia.