¿Te imaginas poder manejar el funcionamiento de tu refrigerador o microondas desde tu celular? Con la llegada de la quinta generación de tecnología móvil, cambiará la forma en que estamos acostumbrados a comunicarnos; ahora objetos de uso tan cotidiano e indispensable, como los electrodomésticos, podrán estar conectados a nuestros celulares. Y no sólo a licuadora o el tostador, sino el coche, la casa y hasta el edificio podrán estar conectados de forma simultánea y podremos controlarlos incluso a través de nuestros dispositivos. Además, la velocidad con la que podamos interactuar con otros recursos digitales aumentará hasta diez veces, lo que nos permitirá estar conectados a todo esto en tiempo real.

El 5G es la quinta generación de redes móviles. Cada una de sus antecesoras ha evolucionado en su velocidad de conexión, tiempo de respuesta, y la cantidad de dispositivos que pueden estar conectados a ella. Pero el hogar no será el único espacio donde veremos su avances.

En el mundo agrícola, por ejemplo, podrán controlarse grandes sembradíos a partir de sensores, lo que traerá grandes beneficios para la producción de alimentos a nivel mundial. En la medicina, podrán realizarse intervenciones quirúrgicas a distancia. En cuanto a generación de información, esta tecnología permitirá a los tomadores de decisiones hacer su trabajo conociendo datos actualizados al instante. Y qué decir de la posibilidad de tener carros robotizados que nos lleven de un sitio a otro de forma más eficiente.

Aunque, si bien esta parece una gran noticia para los amantes de los gadgets y las nuevas tecnologías, es importante no dejar de lado que todos estos avances tienen implicaciones en nuestras formas de vida e incluso en nuestra salud. Algunos expertos en el tema han investigado sobre la posibilidad de que esta tecnología traiga consigo efectos cancerígenos del nivel 2B (como el café o el aloe vera). Sin embargo, nada de esto ha sido comprobado todavía y, como cualquier tecnología emergente, habrá que esperar un tiempo para conocer sus efectos, medirlos y poder evaluar sus riesgos y beneficios.

Por lo pronto, habrá que tomar todas estas novedades con precaución y prudencia, pero apreciando las grandes posibilidades para nuestra vida cotidiana.