Guadalajara es reconocida por ser cuna de artistas disruptivos, que apuestan por lo distinto, que buscan crear nuevas formas y transmitir nuevos significados a través del arte y una nueva generación de artistas jóvenes empieza a ganar lugar en este campo y a ser reconocida a nivel nacional e internacional. Tal es el caso de Natalia Ramos, una joven tapatía, ilustradora y directora de arte, que no le tiene miedo a romper paradigmas.

Natalia estudió la carrera en Comunicación y Medios Digitales en el Tec de Monterrey campus Guadalajara, hizo un posgrado en Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y, desde entonces, se ha dedicado a la ilustración y a la dirección de arte. Entre sus fuentes de inspiración se encuentran la cultura y el silencio, con un toque de admiración por el trabajo de otros artistas; busca como principales medios de expresión la ilustración y la escultura, y en ellos incorpora elementos clave como figuras geométricas, líneas y colores. Su estilo es inusual y hasta adictivo para la mirada de quien sabe apreciar el buen arte.

La delicadeza, las formas y los significados que encontramos en el trabajo de Natalia cautivan a cualquiera que se encuentra con su trabajo. Reconocidos personajes del ámbito nacional e internacional han visto una chispa especial en su trabajo y la han invitado a colaborar en sus proyectos, como Caloncho, quien la invitó a formar parte de la propuesta creativa para uno de sus vídeos musicales. Marcas como Palacio de Hierro y el Hotel Demetria han sido otros de los afortunados en tener algunas de las estructuras y esculturas creadas por la artista tapatía.

En exposición internacional no se ha quedado atrás. Trabajó en el diseño de la portada City Magazine de París; creó ilustraciones para un par de videoclips para el festival Summit, y participó en la dirección de arte para la diseñadora de modas Claire Pignot. Además, mes con mes podemos disfrutar de sus ilustraciones para los contenidos de la reconocida autora Esther Perel. Por si fuera poco, en días recientes publicó su primera ilustración para el New York Times y esperamos que sea la primera de muchas.