CENTROS COMERCIALES: NUEVAS FORMAS EXPERIMENTALES

¿Sabías que Plaza del Sol, fundada en 1969, fue el primer centro comercial en México y uno de los primeros en América Latina? Así es, Guadalajara ha marcado tendencia desde entonces, no solo por su arquitectura, sino por su forma de hacer ciudad y generar espacios para la vida de sus habitantes.

La idea de Plaza del Sol estuvo inspirada en los grandes centros comerciales de Estados Unidos que, además de ser centros para la venta y el consumo, se convirtieron en espacios de encuentro y convivencia. Desde entonces, Guadalajara se ha caracterizado por ser una ciudad atractiva en la materia, propiciando no solo la innovación en las formas de hacer comercio sino dando un gran impulso al turismo.

Al día de hoy, a poco más de 50 años de la apertura del primer centro comercial en la ciudad, la tendencia global en las dinámicas de venta y consumo, motivadas principalmente por el uso del internet y dispositivos inteligentes, empiezan a cuestionar la manera en que están configurados estos espacios.

Algunas tendencias que muy probablemente transformarán estos lugares son:

Áreas comunes más flexibles y en continua transformación.
Dinámicas y eventos novedosos que puedan sorprender a los clientes en cada visita.
Tiendas efímeras como las Pop Up Stores que permitan a nuevas marcas darse a conocer y ganar presencia entre los consumidores.
Procesos de compra omnicanal: en físico, pero también a través de una aplicación o por medio de whatsapp; y poder recibir los productos en tienda, en formato “pick-up”, en un buzón común o en tu domicilio particular.
Tecnología que permita entornos sin contacto, pagos contactless, gestionar el click & collect desde los dispositivos o revisar el etiquetado del producto y su trazabilidad.

Quizá, esto signifique la llegada de una nueva etapa en la forma de vender, de conectar con nuevos clientes y ampliar nuestras posibilidades de crecimiento; pero también nuevas formas de consumo que nos acerquen a nuevos productos y en formatos más accesibles.

Definitivamente, el uso del internet y las nuevas tecnologías nos permiten acceder a cosas que antes eran inimaginables y a formas de relacionarnos que no conocíamos, pero sobre todo, nos ha permitido ganar calidad de vida.